Ensayo filosófico

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Consecuencias de la opresión sexual en la formación de la identidad del individuo

Introducción

En nuestra sociedad, la sexualidad es un tema privado, un tabú que causa incomodidad y controversia. Esta controversia se debe en parte a que la sociedad a lo largo de la historia, ha buscado, frecuentemente apoyándose en un sustento religioso, reprimir las prácticas sexuales que sean distintas a las que ella considera apropiadas, es decir, la heterosexualidad o lo que es más, lo que llamaremos la heterosexualidad religiosa, que consiste en limitar el contacto físico y las relaciones sexuales a las parejas heterosexuales en matrimonio con fines de reproducción. 

En la religión católica, que tiene una fuerte influencia sobre la cultura mexicana, hay normas muy estrictas en cuanto a las prácticas sexuales, lo cual hace que aquellos que no las sigan, vayan en contra de los valores católicos y obtengan el rechazo social. Por consecuencia, la gente limita su expresión sexual, por miedo a ser juzgada y sólo explora su sexualidad en el ámbito privado, escondida ante los ojos de los mortales. La religión ha hecho que la sexualidad sea motivo de vergüenza en la sociedad y esto es solamente cuando se trata de la heterosexualidad ya que, como se verá más adelante, hay una opresión y discriminación acentuada contra la comunidad LGBT+. Hoy en día, dicha comunidad está en una enorme lucha por sus derechos.

Pero, ¿tiene sentido toda esta opresión? ¿qué consecuencias puede tener en la formación de la identidad de un individuo? En este ensayo se busca identificar y analizar las causas de la opresión sexual así como sus consecuencias en la formación de la identidad del individuo para determinar su legitimidad. Se tomarán en cuenta el punto de vista religioso, el impacto social y el impacto sobre la salud para comprobar que esta opresión conduce invariablemente a que la gente no exprese su sexualidad libremente y por lo tanto, no disfrute tanto como podría, lo cual, no brinda beneficios para nadie y sí impide que muchos jóvenes construyan su identidad sexual de manera auténtica en una etapa clave de su formación como lo es la adolescencia. 

El punto de vista religioso

La mayoría de las religiones más importantes del mundo son estrictas frente a las prácticas sexuales. Concretamente, condenan las relaciones sexuales fuera de matrimonio y no miran con buenos ojos a la homosexualidad. En este ensayo, nos vamos a enfocar en la religión católica ya que esta es la que mayor presencia tiene en México y la que más influencia ha tenido en la formación de la identidad nacional y la cultura mexicana.

La religión católica, que es la principal religión en México, considera como pecado no solamente el acto sexual fuera de matrimonio, sino que también el simple pensamiento de cualquier práctica sexual con alguien que no sea su cónyuge. El sexto mandamiento de la iglesia católica establece que “no cometerás actos impuros” o “no consentirás pensamientos impuros” lo cual hace referencia a todo lo relacionado con los placeres carnales y es la contraparte de la lujuria, uno de los siete pecados capitales. "Se les dijo no adulterarás, pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer deseándola, ya adulteró con ella en su corazón "(Mt 5:27)

El sustento para esta prohibición es que según la Iglesia, las relaciones sexuales no deben de ser vistas como una fuente de placer solamente sino como un acto de intimidad, una expresión de amor puro, de sensibilidad y afecto. Y aquí entramos en otra falacia, porque ni el amor, ni la sensibilidad, ni el afecto son sentimientos exclusivos o reservados para una sola persona. Un individuo puede amar profundamente tanto a su pareja como a sus progenitores, a sus hermanos, a sus abuelos, primos, tíos e incluso a sus amigos más cercanos, simultáneamente sin estar casado con ninguno de ellos. Y aún dentro del matrimonio, se puede amar a más de dos personas. Puede que no sea el mismo tipo de amor que se siente por un cónyuge que por un amante pero eso no significa que cualquiera de los dos amores sea inválido. Y si esta religión se basa en el principio de que todos debemos amar a todos los prójimos, ¿por qué busca limitar las personas a las que podemos amar? ¿por qué limita las maneras en las que podemos expresar nuestro amor? ¿y por qué prohíbe una fuente de placer que puede ayudar a mantener la salud espiritual, sobre todo en los mismos representantes de la religión?

Durante épocas recientes, se han presentado casos de miles de sacerdotes que cometieron no sólo el pecado de actos impuros, de lujuria, sino que también el crimen de violación y de pedofilia. La religión católica prohíbe a sus representantes contraer matrimonio y por ende, les prohíbe tener relaciones sexuales, pero la realidad es que el ser humano, sea hombre o mujer, tiene un impulso, un instinto que lo empuja a buscar ese placer carnal o al menos reproducir sus genes. Si se reprime ese instinto, crecerá dentro del individuo hasta explotar de manera caótica. A lo que se busca llegar es que si a los sacerdotes, a las monjas y a los demás representantes de la Iglesia se les permitiera formar familias o incluso si no se les impusiera la castidad, tendrían menos impulsos sexuales que los lleven a cometer semejantes crímenes e incluso es posible, que cumplirían mejor la ley de Dios al amar con mayor profundidad a sus prójimos y, al ser una institución menos estricta, es posible que habría más gente que se uniera a la Iglesia.

Pero la religión católica va más allá. Castiga no solamente las relaciones sexuales fuera del matrimonio o con un propósito que no sea la reproducción, incluidas las relaciones sexuales con protección. La religión católica castiga además de estos actos, cualquier pensamiento de estos actos y por ende, castiga también la masturbación. 

Concretamente, la única razón por la cual, la religión católica permite las relaciones amorosas, es porque se requieren para la reproducción de la especie humana. Una relación homosexual, entonces, no tiene propósito más que distraer a la pareja de su devoción a Dios por lo cual, el catoliscismo se ve poco tolerante con la homosexualidad, o al menos, lo hacía hasta recietemente que el Papa Francisco declaró que los miembros de la comunidad LGBT+ también deben ser considerados hijos de Dios.

Todas estos prejuicios, normas y dogmas tienen un gran impacto sobre la cultura mexicana como se estudiará a continuación.

El impacto sobre la sociedad

Es un hecho que en la sociedad mexicana, la religión católica tiene una gran presencia. Los españoles impusieron el catolicismo en la época de la conquista, es la principal religión en México, la mitad de las tradiciones mexicanas giran alrededor de él. No es sorpresa que muchos de los principios y valores más importantes en México surjan de este sistema de creencias, aunque no se sigan. Y uno de esos valores es la castidad. 

Como regla general, las relaciones sexuales son un tema privado, del que no se habla con frecuencia. Ninguna práctica sexual debe llevarse a cabo en público. Los jóvenes se sienten incómodos al hablarlo con sus padres porque les parece desagradable imaginar que sus progenitores hayan tenido relaciones sexuales y los adultos se sienten incómodos al hablarlo con menores porque no quieren impulsar a que comiencen su vida sexual a una edad temprana por miedo a los riesgos que pueden conllevar. 

Hay tres riesgos principales para las relaciones sexuales: un embarazo no deseado, una enfermedad de transmisión sexual y el que a veces es el más importante, el juicio de los otros. El juicio de los otros puede venir de muchas fuentes: los padres de un individuo pueden reprobar las conductas irresponsables, las personas religiosas pueden reprobar los actos relacionados con la lujuria y por último, la pareja puede reprobar el desempeño sexual del individuo en cuestión, sin embargo, es más frecuente que el miedo al juicio de los demás, se trate de los primeros dos casos. El miedo a ser juzgado por tener relaciones sexuales, surge cuando se tiene una idea negativa de la relación sexual misma. 

Se identifican dos problemas: el primero es la restricción social de las prácticas sexuales y el segundo es la opresión o la agresión contra las distintas preferencias sexuales. Estos dos problemas están conectados ya que hoy en día, la gente relaciona gran parte del contacto físico voluntario con las prácticas sexuales y por extensión, con las preferencias sexuales. Un hombre no puede reposar su mano en el cuerpo de otro hombre por mucho tiempo sin dar a entender que existe cierta intimidad entre ellos, es decir, que a menos de que sean amigos muy cercanos o hermanos, estos dos individuos son homosexuales. Y como una pareja homosexual no puede tener relaciones sexuales que estén socialmente aceptadas (entre otras razones), la homosexualidad en sí no es socialmente aceptada.

La restricción social de las prácticas sexuales

Como se estableció previamente, ante los ojos de la religión, las relaciones sexuales no son más que un mal necesario para poder reproducir la especie humana. Bajo esa ideología, tiene sentido rechazar cualquier preferencia sexual que no sea la heterosexual. Sin embargo, la mayoría de los jóvenes, no buscan la reproducción al tener relaciones sexuales, sino todo lo contrario: se busca evitar la reproducción en la mayoría de los casos. Y si lo que se busca es el placer y no la reproducción, las preferencias sexuales no tienen sentido, pues una relación sexual puede producir placer sin importar el sexo de aquellos que la conformen. 

Se puede ir todavía más lejos que eso. Porque se podría argumentar, que de una manera u otra, el propósito de una relación sexual, es establecer una relación afectiva entre los participantes, dígase, una profundización de intimidad en la relación monógama, sin embargo, los jóvenes en la actualidad no buscan ese tipo de compromiso. Incluso se ha inventado el concepto de los Free’s que consisten en personas con las que hay un acuerdo preestablecido según el cual se puede tener cualquier relación física sin ningún compromiso. Y si ya no hay compromiso, si no se busca establecer una relación afectiva, si ya no hay ese aspecto personal, ¿por qué motivo se mantiene la monogamia? La respuesta es simple: la poligamia no es socialmente aceptada. Se comienza a notar cómo los intereses sexuales individuales, en realidad son intereses sociales.

Esta ideología no es nueva, sino que remonta a la Grecia antigua, la época de los hedonistas que buscaban el placer ante todo y que en su búsqueda, admitían prácticas homosexuales poligámicas. Pero para llegar a ese punto, aún falta mucho. Sigue existiendo demasiada discriminación contra las diferentes preferencias sexuales.

Discriminación por preferencia sexual

Esta discriminación que ya se ha mencionado, se puede ver con el simple hecho de que existan "clínicas de deshomosexualización" donde se busca “corregir la homosexualidad”, o en el hecho de que hasta el año 1990, la homosexualidad era considerada por la Organización Mundial de la Salud como una enfermedad o el fenómeno que actualmente se está produciendo en Polonia: el gobierno está inagurando “zonas libres de LGBT”.

Con tanta discriminación hacia las preferencias sexuales, no es ninguna sorpresa, que los jóvenes no busquen experimentar su sexualidad de una manera diferente a la socialmente aceptada a menos de que sientan un fuerte impulso a hacerlo e incluso en casos así, estos impulsos serán reprimidos. La gente no quiere ser homosexual, no quiere ser identificado como homosexual o como cualquier cosa que no sea heterosexual por miedo al rechazo social que esto implicaría. Este miedo a ser identificado como homosexual, mezclado con la opresión de las prácticas sexuales, hacen que los jóvenes limiten cualquier tipo de contacto físico más íntimo que un estrecho de manos y que al envejecer, se arrepietan de no haber tenido más relaciones sexuales. Un abrazo, un beso, un masage, cualquier contacto físico entre dos personas del mismo sexo, es asociado con la homosexualidad, ya que el contacot físico se ha sexualizado, por lo cual, los jóvenes prefieren evitarlo, aunque eso implique no experimentar con su sexualidad y jamás determinar su identidad auténtica. 

El impacto sobre la salud

Cualquier práctica que tenga un individuo, tendrá consecuencias sobre su cuerpo y su mente, ya sean positivas, negativas o un poco de cada una. Se consideran prácticas tales como la alimentación, el ejercicio físico, la hidratación, el cuidado a la salud mental (que es un tema muy complejo por sí solo) y sí, la vida sexual. Se ha mencionado antes que el ser humano busca satisfacer sus apetitos sexuales por instinto y se ha mencionado que reprimir esos instintos, cómo pueden ocurrir efectos negativos. Pero también existen efectos positivos en la salud al ceder frente a estos impulsos. Según Sarah Romero (2020):

La liberación hormonal que sucede a la  eyaculación, unida a la liberación de tensión, mejora el estado de ánimo y favorece la relajación, además de prevenir distintas patologías como la diabetes tipo 2. En concreto, la liberación de cortisol refuerza el sistema inmunológico y la de endorfinas en el torrente sanguíneo reduce la depresión [...] El autoerotismo ayuda a superar barreras psicológicas que conducen a disfunciones sexuales como la anorgasmia y la pérdida de deseo sexual, al proporcionar un mejor conocimiento de la propia anatomía y contribuir a la inhibición de la ansiedad [...] Reduce las infecciones o enfermedades del tracto urinario.

En pocas palabras, es recomendado mantener si no relaciones sexuales, al menos un hábito de masturbación puesto que tiene grandes beneficios para la salud tanto física como mental. De hecho, cualquier contacto físico puede ser benéfico para la salud.

¿Por qué se siente placer al dar un abrazo, al dar un beso o al tener relaciones sexuales? Existe una razón psicológica y otra biológica-física-química. La psicológica hace referencia a la atracción general que existe por lo prohibido. Como se ha establecido, el contacto físico voluntario es percibido como un avance sexual y lo sexual, no es socialmente aceptado, es un tabú. Uno podría argumentar incluso, que lo sexual está socialmente prohibido por lo cual a) el consentimiento de una persona para llevar a cabo prácticas sexuales no es fácilmente accesible y b), al conseguirlo, se siente la adrenalina que viene con romper las reglas. Esto hace que las prácticas sexuales sean difíciles de obtener, y resulten atractivas en y por su rareza.

En cuanto al punto de vista biológico-físico-químico, los contactos físicos son placenteros sencillamente porque las zonas estimuladas durante estas actividades, están repletas de nervios por lo cual son altamente sensibles. Al llevar a cabo estas actividades, se liberan hormonas y se generan sensaciones de placer y alegría. Ese es uno de los factores por los cuales resulta agradable el contacto físico con otro ser humano. Partiendo bajo esa premisa, no debería de haber una diferencia tan significativa en el placer (al menos el placer físico) obtenido si el contacto es con una mujer o con un hombre. No obstante, debido a que el contacto físico se relaciona con la preferencia sexual, la gente limita dicho contacto físico privándose a sí misma de varias fuentes de placer.

Y al privarse de estas experiencias, un individuo no puede realmente conocer su preferencia sexual. ¿Cómo puede alguien saber que no le gusta el chocolate si nunca lo ha probado? Puede que el olor no le agrade, eso sería un indicador relativamente confiable pero no del todo determinante. Lo mismo aplica aquí: un individuo puede no sentirse atraído por otro de su mismo sexo pero eso no quiere decir necesariamente que sentiría desagrado en una relación con dicha persona.

Conclusión

La influencia que tiene la religión católica sobre la sociedad mexicana ha hecho del tema del sexo y la sexualidad, un tabú incómodo de discutir. Esto a su vez, ha impedido que los jóvenes disfruten de su sexualidad y experimenten distintas cosas sin miedo a ser juzgados por la sociedad, lo cual dificulta la formación de su identidad sexual. 

El contacto físico y el cuerpo humano ha sido sexualizado y debe des-sexualizarse para que la gente tenga más libertad para sentir placer con sus compañeros sin ser juzgado. Las relaciones sexuales y el contacto físico en general debe normalizarse y las preferencias sexuales deben tolerarse sin discriminación alguna para que los jóvenes se sientan cómodos experimentando con su sexualidad de maneras diferentes y formando así su identidad sexual.

Glosario

• Género: refiere a cómo la sociedad razona que tenemos que vernos, pensar y actuar como niñas y mujeres y niños y hombres. Cada cultura tiene sus creencias y reglas informales sobre cómo las personas deben actuar basado en su género. Por ejemplo, muchas culturas esperan y alientan a los hombres a ser más agresivos que las mujeres.

• Identidad de género: es cómo te sientes en tu interior y cómo expresas tu género a través de tu vestimenta, comportamiento y apariencia personal. Es un sentimiento que comienza temprano en la vida.

• Identidad sexual: La identidad sexual esta conformada por la identidad de género, la orientación sexual y la identidad política. La identidad de género es el género con el que la persona se siente identificada, incluyendo si no se siente identificada con ningún género (femenino, masculino o trans). La orientación sexual es definida por el género o los géneros hacia los que la persona tiene atracción (homosexual, heterosexual, pansexual y bisexual). La identidad política es la identidad que la persona asume públicamente para demandar sus derechos.

• Relaciones sexuales: coito, unión entre dos individuos mediante sus genitales que puede tener como fin la reproducción o el placer

• Sexo: es una etiqueta usualmente dada primero por un médico basado en los genes, hormonas y partes del cuerpo (como los genitales) con las que naces. Se incluye en tu certificado de nacimiento y describe tu cuerpo como femenino o masculino. El sexo de algunas personas no encaja en femenino o masculino. Esto se llama intersexo.

• Sexualidad: La sexualidad es el conjunto de condiciones que caracterizan el sexo de cada persona. Desde el punto de vista histórico cultural, es el conjunto de fenómenos emocionales, de conducta y de prácticas asociadas a la búsqueda de emoción sexual, que marcan de manera decisiva al ser humano en todas y cada una de las fases determinantes de su desarrollo. 

• Tabú: un comportamiento o tema prohibido por la sociedad

• Valores sociales: ideales de la sociedad

Fuentes

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